Hola soy Minerva.
Siempre he pensado que estamos donde menos pensábamos estar, sin embargo, tenemos lo que merecemos. Cuando era adolescente no sabia que estudiar, mi madre no veía mucho entusiasmo por mi parte para el estudio y decidió que estudiará una carrera corta (secretaria ejecutiva), al mismo tiempo estudie el bachillerato decía mi madre “por si decides seguir estudiando”, cuando fui a buscar trabajo en lugar de ofrecerme trabajo como secretaria me ofrecieron una plaza de maestra de Taquimecanografía en una Secundaria General, tenía apenas 19 años, fue mi primera experiencia como docente; pase momento muy gratos, se trataba de una zona rural donde la gente es muy humilde, sincera y además aprecian y respetan a los maestros por su labor.
Sin tener ninguna estudio de pedagogía le transmitía a mis alumnos los conocimientos que tenia, mi mayor satisfacción fue ver a mis alumnos dominar de forma increíble el teclado de la máquina de escribir y en los concursos que realizaba en la escuela el número de golpes por minuto era mayor que el que habíamos obtenido en la academia, empecé a sentirme orgullosa de que me llamaran profesora y cada día sentía el compromiso de prepararme aun mas.
Después de cinco años con la ilusión de superarme deje la secundaria y decidí estudiar la Licenciatura en informática “la carrera del futuro”. Durante la carrera impartí clases de mecanografía, taquigrafía, documentación y demás materiales en una escuela secretarial particular. Al terminar la carrera de licenciatura acompañe a una amiga a las oficinas del Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos a dejar sus documentos, para ese entonces yo no estaba titulada, volví al siguiente día e hice lo mismo, buscaba trabajo como docente y solo conseguí trabajo como secretaria, lo acepte y hasta hoy creo que no fue una mala decisión volver a empezar. He estado en COBAEM como secretaria, encargada del centro de cómputo, encargada de control escolar y actualmente como docente con casi 40 horas, me siento muy contenta de convivir con jóvenes de esta edad, aprendo mucho de ellos y sus experiencias me sirven incluso hasta como madre de familia que soy.
Creo que más que motivos de insatisfacción ha habido momento en los que me he sentido incompetente al no tener a mi alcance la solución a los problemas que presentan los alumnos.
Al paso del tiempo he descubierto que la docencia es la profesión mas noble que puede haber y que nuestra responsabilidad es muy grande, ya que un alumno puede llevarse una experiencia agradable de nosotros y ser exitoso o puede terminar frustrado y fracasado.
Espero no haber sido un poco aburrida en mi breve relato con mi confrontación con la docencia.
Siempre he pensado que estamos donde menos pensábamos estar, sin embargo, tenemos lo que merecemos. Cuando era adolescente no sabia que estudiar, mi madre no veía mucho entusiasmo por mi parte para el estudio y decidió que estudiará una carrera corta (secretaria ejecutiva), al mismo tiempo estudie el bachillerato decía mi madre “por si decides seguir estudiando”, cuando fui a buscar trabajo en lugar de ofrecerme trabajo como secretaria me ofrecieron una plaza de maestra de Taquimecanografía en una Secundaria General, tenía apenas 19 años, fue mi primera experiencia como docente; pase momento muy gratos, se trataba de una zona rural donde la gente es muy humilde, sincera y además aprecian y respetan a los maestros por su labor.
Sin tener ninguna estudio de pedagogía le transmitía a mis alumnos los conocimientos que tenia, mi mayor satisfacción fue ver a mis alumnos dominar de forma increíble el teclado de la máquina de escribir y en los concursos que realizaba en la escuela el número de golpes por minuto era mayor que el que habíamos obtenido en la academia, empecé a sentirme orgullosa de que me llamaran profesora y cada día sentía el compromiso de prepararme aun mas.
Después de cinco años con la ilusión de superarme deje la secundaria y decidí estudiar la Licenciatura en informática “la carrera del futuro”. Durante la carrera impartí clases de mecanografía, taquigrafía, documentación y demás materiales en una escuela secretarial particular. Al terminar la carrera de licenciatura acompañe a una amiga a las oficinas del Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos a dejar sus documentos, para ese entonces yo no estaba titulada, volví al siguiente día e hice lo mismo, buscaba trabajo como docente y solo conseguí trabajo como secretaria, lo acepte y hasta hoy creo que no fue una mala decisión volver a empezar. He estado en COBAEM como secretaria, encargada del centro de cómputo, encargada de control escolar y actualmente como docente con casi 40 horas, me siento muy contenta de convivir con jóvenes de esta edad, aprendo mucho de ellos y sus experiencias me sirven incluso hasta como madre de familia que soy.
Creo que más que motivos de insatisfacción ha habido momento en los que me he sentido incompetente al no tener a mi alcance la solución a los problemas que presentan los alumnos.
Al paso del tiempo he descubierto que la docencia es la profesión mas noble que puede haber y que nuestra responsabilidad es muy grande, ya que un alumno puede llevarse una experiencia agradable de nosotros y ser exitoso o puede terminar frustrado y fracasado.
Espero no haber sido un poco aburrida en mi breve relato con mi confrontación con la docencia.
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